Betsaida III: “¡Señor Óyenos!”

Ave María
Esta tercera producción marcó un hito para el Grupo, ya que superó al poco tiempo las cuarenta mil copias, lo que para el estrecho mercado chileno, constituye casi un milagro; más aún considerando que Betsaida distribuye directamente, sin apoyo de sello comercial o publicidad. (Esta venta equivale a un disco de oro y uno de platino).

De los quince cortes del disco, doce corresponden a creaciones compuestas por miembros del Grupo. Se trabajó con destacados músicos como Alfredo Sauvalle, ex integrante de los Huasos Quincheros (tradicional grupo folclórico nacional); Roberto Trujillo (hijo del pianista Valentín Trujillo) y René Calderón, varias veces ganador del Festival de Viña del Mar (entre otros), como mejor orquestador. Claudio Jiménez fue un gran aporte con sus guitarras en vivo.

En este disco se integraron importantes voces masculinas, que junto a los niños y a las mujeres, dieron el espectro total de los que integran la Iglesia.

Muy importante es destacar que el Arzobispado de Santiago revisó el contenido del disco, y en un acto poco común para material de audio, le otorgó el Imprimatur, es decir el permiso que requieren biblias y catecismos para ser publicados. Lo reconoció como “un aporte para la Nueva evangelización”.

De este disco muchas de sus canciones alcanzaron gran difusión. Para los niños las favoritas son “Bautismo” y “Oración de Navidad”. La canción dedicada al Espíritu Santo: “Ven, Espíritu Ven” o “Señor Óyenos”; un grito desesperado al estilo de los antiguos salmos, han conmovido muchos corazones. Los jóvenes prefieren temas como “Vocación” o “Ámame como eres”, basada en una oración del beato francés Charles de Foucauld.

No podemos dejar de mencionar canciones dedicadas especialmente a la liturgia de la Misa como: “Bienvenida”, “Tomad Señor” o “Milagro de Amor”. Igualmente, los temas “María Mírame” y “Comunión”, ya muy difundidos, fueron regrabados en este disco.

Sin duda el grito de “¡Señor Óyenos” que lanzó Betsaida en este disco, fue escuchado por Dios, ya que recibieron muchas gratificaciones a través de él. Si sólo un alma tuvo un pensamiento de alabanza a Dios o a su Madre, todo el trabajo valió la pena.

Canciones: María Mírame | Hijo, Levántate | Siempre Tú Señor | Tan Cerca de Mi | En Tus Manos | Nadie Más que El | Oh Señora Mía | Venid | Señor | Ofertorio | Comunión Espiritual | Comunión | Todo Para Ti | Alma Inquieta | Tú Volverás | Como Tú | Cristo rey