Lanzamiento del Betsaida 9 : UNA FIESTA DE CIELO
Si quiere ver mas fotografías, haga click aquí
Viajaron 12 horas para llegar, venían de Melefquén, una pequeña localidad al sur de Chile, dos noches de bus para poder estar el día en que nacía «Cautivos En El AMOR», el noveno disco del Grupo Betsaida. Ellos fueron unos de los más de mil quinientos que asistieron a la Misa que presidió Monseñor Fernando Chomalí, Obispo Auxiliar de Santiago.
Era mediodía, en una soleada mañana de otoño, la Parroquia Santa Rosa de Lo Barnechea fue recibiendo a los invitados; era la Iglesia que se reunía a celebrar, confluían ahí los más diversos grupos sociales y generacionales… los niños de la catequesis colmaban el altar, ancianos enfermos, jóvenes acólitos, familias completas que celebraban a Jesús en este nuevo disco.
¿Por qué viajar tantas horas para oír una Misa cantada por Betsaida? Una sola explicación: Dios se ha valido de este trabajo armónico para tocar el corazón de muchos con su Amor. En casi 17 años, la música del Grupo ha llegado a todo Chile, traspasando fronteras geográficas y religiosas, ya que no son sólo católicos los que saltan a la espiritualidad a través de ella. Así, no es de extrañarse que vinieran de lugares tan lejanos como Panguipulli, Mejillones, Concepción, Rancagua, Mostazal, Malloa, Paine, por nombrar algunos. De las comunas del inmenso Santiago también asistieron comunidades de catequistas (Maipú), de vida laical (Puente Alto), coros (Pirque), seminaristas (Vicuña Mackenna)… (Visitar archivo fotográfico¡¡) Y tantos otros que, no pudiendo asistir, hicieron sentir su apoyo a través de llamados y correos; tanto religiosos de claustro como fans de Betsaida que escribieron desde, por ejemplo, las Islas Canarias, Argentina, Colombia, Bolivia, Perú y Estados Unidos.(Entre las cartas a Betsaida puede leer algunos saludos).
El ambiente era de fiesta, la periodista del Mercurio, Andrea Hermann, reconoció haber sentido algo «muy especial». Betsaida, estuvo acompañado por músicos de la Orquesta de Cámara de Chile y el sonido estuvo a cargo de Tito Astete, quien es sonidista del Festival de Viña del Mar hace 27 años. Abajo, el Obispo junto a 8 sacerdotes, dos diáconos y 12 acólitos. Arriba, Betsaida en pleno. La Misa dedicada a María Santísima, Madre, guía e inspiración del Grupo desde sus inicios.
La homilía del Obispo partió diciendo: «…este no es un coro, es una comunidad cristiana, un grupo de oración en que personas muy cautivadas por el amor a Dios, han querido servirlo de una manera mucho más íntima, a través de un servicio eclesial, apoyando a la liturgia a través del canto. Son personas que han tenido una profunda experiencia de Dios, y han querido poner sus talentos al servicio de la Iglesia». Y continuó: «Este coro ha extendido sus brazos a muchas partes, la labor evangelizadora de estas personas cautivadas por el amor a Dios es extraordinaria». Luego hizo alusión a la parábola de la cizaña y el trigo, señalando a Betsaida como una prueba de que lo bueno prevalece aunque haga poco ruido.
Terminada la Misa, luego de la canción «María Flor del Carmelo», el Padre Cristóbal Lira, el párroco ,no pudo contener el grito de : ¡Virgen del Carmen, reina de Chile, salva a tu pueblo que clama a ti!, agradeció a Betsaida «los preciosos cantos que ayudan a rezar» e invitó a todos los presentes a un cocktail al comedor del colegio parroquial. Allí , decorado en verde con flores rosadas, pudo compartir un público muy heterogéneo, tanto como lo es la Iglesia, pero unidos en los lazos profundos y poderosos de los Hijos de Dios.